La palabra tsunami viene del japonés: tsu (Puerto) nami (Ola), Ola de Puerto o popularmente llamado Maremoto.
Por definición, un tsunami es una serie de olas generadas como consecuencia de: Un terremoto, un gran deslizamiento de tierra submarino, una erupción volcánica submarina o bien un impacto de un meteorito en el mar.
Los tsunamis ocurren con relativa baja frecuencia y considerando que la mayoría son muy pequeños (<60/70cm) y causan pocos daños entonces gran parte de la población les pone poca atención hasta que sucede uno de grandes dimensiones y provoca un gran desastre.
Posiblemente debido a la poca atención que se cree que los dominicanos solemos poner ante los desastres naturales de índole geológico, véase terremotos y tsunamis, tanto geólogos, sismólogos como diferentes instituciones han magnificado algunos tsunamis ocurridos en nuestro territorio en los últimos años para advertir sobre el gran riesgo al que estamos expuestos.
Citamos como ejemplo más reciente el tsunami de Matanzas, al este de Nagua el 4 de agosto del 1946, al cual se le atribuye por diferentes medios unas 1,800 pérdidas humanas y olas de 4.6 metros de alto en el litoral norte del país (O´Loughlin & Lander, 2003). Recomendamos el libro "El Día del Terremoto" * de Leonardo Reyes Madera, Presidente de la Sociedad Dominicana de Sismología para conocer la realidad del terremoto y su tsunami consecuente.
No obstante, nuestras costas dominicanas no dejan de tener cierto grado de posibilidad para la ocurrencia de un fenómeno de esta naturaleza ya que existen estructuras geológicas submarinas tanto en el Sur, Este y Norte capaces de ocasionar grandes volúmenes de desplazamiento del fondo marino como producto tanto de la ocurrencia de eventos sísmicos como de deslizamientos de tierra en empinados taludes.
Claramente las zonas costeras bajas y playas son las más vulnerables y precisamente las playas donde en los últimos años se han desarrollado numerosos complejos turísticos son las que presentan mayor riesgo de pérdidas materiales y humanas.
Ante esta posibilidad, mostramos a continuación tres simples "signos" o indicaciones que recomendamos tener en cuenta cuando estemos cerca de la costa dominicana, véase puertos, playas, malecón etc.
1. Un fuerte temblor: Esto indica que un terremoto cercano ha ocurrido y la posibilidad de que haya sido en el mar pudiera sugerir que en un período corto de tiempo (40 segundos a 10 minutos) se avecine un tsunami.
2. Movimientos inusuales en el mar: Cambios en el patrón habitual del oleaje así como retiro del mar.
3. Un fuerte rugido del mar o sonidos graves que vienen del mar.
Se recomienda, de ocurrir alguno de estos "Signos", retirarse con rapidez hacia lugares de mayor elevación y evitar regresar al lugar hasta después de un tiempo prudente (más de una hora) pues los períodos de tiempo entre las crestas de las grandes olas varían según la distancia del origen de terremoto.
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